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Al existir una inevitable ambigüedad sobre los posibles caminos de aproximación al edificio, se plantea una solución en la que se puede acceder al vestíbulo principal del mismo desde direcciones diametralmente opuestas. Resolver el programa en el menor número de plantas posible, buscando el mayor contacto de estas con el viario exterior, nos ha llevado a distribuir el edificio en tres plantas, situando los acceso principales en la planta intermedia. El vestíbulo principal articula dos cuerpos bien diferenciados: el mercado propiamente dicho y el supermercado, cafetería y gimnasio. El cuerpo del mercado se resuelve con una envolvente ligera de gran luminosidad, mientras que el cuerpo del supermercado se resuelve con un volumen de carácter más hermético. Buscando enriquecer la conexión del mercado con el parque adyacente, se propone un vidrio serigrafiado de protección solar, de temática vegetal, para las fachadas del sudoeste y del noroeste. La trama estructural se basa en una retícula de 8m. x 8m. en aparcamientos y zonas de carga y descarga. Para las plantas superiores la propuesta es más diáfana, contando con una nave central de 16m. Todas las instalaciones del edificio se resuelven a nivel de subsuelo, evitando la ubicación de maquinaria en cubierta. |